Autor. Sealtiel Enciso Pérez
En la actualidad, el transitar por alguna de las carreteras
de nuestra Sudcalifornia nos representa un gran engorro ya que de antemano nos
predisponemos a que va a ser aburrido, durará mucho tiempo y sólo vamos a ver
pasar por la ventanilla de nuestro auto cardones, mezquites y cerros áridos.
Sin embargo no nos ponemos a imaginar la gran dificultad que fue para los
primeros colonos europeos el transitar en caballo o mula, por senderos
inexplorados que por lo mismo los hacían intransitables y peligrosos. Por lo
anteriormente descrito se antoja como titánica la gran labor que desempeñaron
los jesuitas que arrostrando todos estos obstáculos decidieron explorar y
conquistar palmo a palmo la península Californiana.
Uno de estos sacerdotes el cual se distinguió por sus grandes
dotes de explorador fue Fernando Consag (en croata, Ferdinand Konščak). Este
ignaciano había nacido en Varasdin, al noroeste de la actual Yugoslavia, el 3
de diciembre de 1703. Su ingreso a la orden lo lleva a cabo en Eslovaquia en el
año de 1719, sin embargo sus estudios de seminarista los desempeñó en Austria.
Fue un alumno empeñoso y debido a su avanzado progreso, al profesar sus votos
sacerdotales lo nombran catedrático en un seminario de Budapest. Es en el año
de 1730 que solicita y se le concede el venir a trabajar en las misiones de la
Nueva España. Después de permanecer por un corto tiempo en la ciudad de México,
es enviado a las Misiones de la California en el año de 1732.
A su llegada es destinado a la Misión de San Ignacio
Kadakaaman en donde se distingue por sus habilidades para la construcción así
como por ser un hombre diligente y de nobles sentimientos, siendo muy apreciado
por los naturales de aquellas tierras. En el año de 1744 es destinado a la
misión recién formada de Nuestra Señora de los Dolores del Norte y al año
siguiente prosigue su apostolado en la de Santa María Magdalena. Debido a su
vocación de explorador se le envía a la región poco explorada del septentrión
de la península y descubre un terreno muy bueno en donde funda la Misión de
Santa Gertrudis, La Magna.
Al año siguiente de estar desempeñando su ministerio, el
Provincial de los Jesuitas, el sacerdote Cristóbal de Escobar y Llamas, el cual
tenía amplio conocimiento de las excelentes dotes de explorador y cartógrafo de
Consag, lo envía hacia el norte de las Californias con el objetivo de que
indague si estas tierras son o no una isla. El día 14 de julio de 1746 parte en
barco desde Loreto a este gran viaje. Durante su estancia en aquellas tierras
elabora un minucioso mapa el cual confirma lo que ya había descubierto el
también jesuita Francisco Kino y otros exploradores, que la California era una
península, y para demostrar su dicho elaboró uno de los mapas más completos el
cual aún se conserva. Aunado a lo anterior llevó a cabo una minuciosa e
interesante bitácora de viaje la cual se encuentra resguardada en el Archivo
Franciscano de la Biblioteca Nacional.
Al regresar a Loreto es devuelto a su ministerio, sin embargo
su espíritu inquieto no lo deja estar tranquilo y para el 22 de mayo de 1751
emprende una nueva expedición, partiendo de la misión de San Ignacio, hacia la
isla “nebulosa” o Isla de Cedros. Su recorrido lo realiza por tierra y le toma
41 días llegar hasta enfrente de la Isla. Durante sus jornadas se dio tiempo
para llevar un detallado e interesante registro de la flora, la fauna y los
naturales de aquellas tierras con los que se topaba. El mencionado diario lo incorporó
José Ortega en un libro titulado “Apostólicos
Afanes de la Compañía de Jesús”. De regreso de este viaje continuó desempeñando
sus labores misionales entre las que destaca la construcción del templo de la
hermosa misión de San Ignacio. El Sacerdote Consag fallecería el 10 de
septiembre de 1759, tras 27 años de servir en la California. Sus restos
descansan en la Misión de San Ignacio Kadakaaman.
Sobre el sacerdote Wenseslao Link (Vaclav en su lengua natal)
encontramos que nació en Nejdek, Bohemia occidental el 29 de marzo de 1736. Su
noviciado lo realiza en el poblado de Brno y aún sin concluir sus estudios lo
envían a la Ciudad de México en la Nueva España en el año de 1754. Continúa sus
estudios de Teología y profesa sus votos en el año de 1761. Fue en ese mismo
año que se le concede el iniciar su vida de misionero y al lugar que se le
destina es a la California, específicamente a la misión de San Borja Adac, la
cual había sido fundada por el jesuita Georg Retz 2 años antes.
Tal parece que Link estaba destinado a ser un explorador más
que a desempeñar su vocación de sacerdote. Su primera expedición la realiza en
los meses de marzo y abril de 1765 a la Bahía de los Ángeles y la Isla del Ángel
de la Guarda. Posteriormente de agosto a diciembre de ese mismo año emprende un
viaje hacia la desembocadura del Río Colorado pero debido a los vientos y
temporales propios de esas fechas en aquellas regiones no logró llegar. Unos
meses después, de febrero a abril de 1766 realiza un nuevo viaje y en esta
ocasión tiene mejor fortuna y logra explorar la zona del Río Colorado.
Durante los viajes realizados por el sacerdote Link elaboró
unos minuciosos informes en los que daba cuenta de los animales y plantas de
aquellas regiones así como los encuentros con habitantes de estos sitios.
También consigna una gran cantidad de detalles cartográficos de aquellos
parajes. Fue tan abundante la información que logró registrar que Ernest J.
Burrus pudo elaborar una obra en 3 volúmenes con todo el material que pudo reunir
de los viajes del sacerdote. En total estuvo 6 años cumpliendo su labor de
misionero y explorador en las Californias.
En el mes de febrero de 1768 Link así como sus demás hermanos
de la Orden son embarcados en el puerto de Loreto en cumplimiento a la Orden de
Expulsión de los integrantes de la Compañía de Jesús de todos los territorios
de la Corona Española. Al llegar a España estuvo preso casi 1 año y es hasta
1769 en que regresa a su tierra, a la ciudad de Olomuc, Moravia. Los siguientes
28 años de su vida continuaría desempeñando sus labores sacerdotales hasta que
el 8 de febrero de 1797 fallece a la edad de 94 años, víctima de hidropesía.
La fuerza y férrea convicción de Consag y Link permitieron
que las tierras Californianas fueran exploradas y por consiguiente conocidas
por el mundo. Mucho debemos a estos hombres que a pesar de no contar con los
medios que tenemos ahora, pudieron llegar a regiones donde difícilmente
cualquier persona lograría llegar en la actualidad. La fe inquebrantable de que
estaban haciendo el bien para todos, los impulsó a realizar obras que aún en la
actualidad nos sorprenden.
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