Autor:
Sealtiel Enciso Pérez
Uno de los
grandes navegantes que tuvieron el desarrollo de su carrera unida a esta
península de Baja Californiana es sin lugar a dudas el cordobés Juan Rodríguez
Cabrillo. Este intrépido navegante español logró una de las hazañas de
navegación más importantes y sin precedentes en el descubrimiento de las
posesiones del Noroeste de la Nueva España.
Rodríguez
Cabrillo nació en Villa de Palma, hoy ciudad de Palma del Río, Reino de Córdoba
en la antigua Castilla (España) a finales del siglo XVI. A la edad de 20 años
llega a la isla de cuba como soldado a las órdenes de Diego de Velázquez,
Gobernador de Cuba. Poco después de que Hernán Cortés desobedeciera las órdenes
del Gobernador y decidiera emprender por sí mismo el descubrimiento y
colonización de las tierras que posteriormente serían conocidas como la Nueva
España, encontramos a Rodríguez Cabrillo como parte de la fuerza enviada por
Velázquez para sofocar la insurrección y aprisionar a Cortés. Posterior al
enfrentamiento entre ambos grupos, Cabrillo decide unirse al grupo de Cortés y
ayudarlo en la conquista de la Gran Tenochtitlán. Poco tiempo después decide
acompañar a Pedro de Alvarado en el suroeste de México, así como en la
conquista de Guatemala, El Salvador y Honduras, en Centroamérica. En 1530 se
establece en la ciudad de Guatemala y contrae matrimonio con una española,
logrando procrear a 2 hijos. Para ganarse la vida se dedica a las actividades
de comercio e importación de mercancías.
Sin embargo
el carácter intrépido y aventurero de Rodríguez Cabrillo lo hace que en 1541
responda al llamado del Virrey Antonio de Mendoza el cual lo invita a encabezar
una expedición a través de la Mar del Sur en donde se dedicaría a buscar
evidencia de la existencia de la existencia del afamado Estrecho de Anián así
como de la mítica ciudad de Cíbola. Como recordaremos varios exploradores entre
los que contamos a Hernán Cortés, Francisco de Ulloa, Fernando de Alarcón y el
piloto Domingo del Castillo había realizado exploraciones hacia el mismo rumbo
y sólo había encontrado unas tierras que ignoraban si eran una gran isla o una
península (lo que hoy se sabe que es la Península de Baja California). Es así
como el 24 de junio de 1542 inicia su periplo por las desconocidas costas del
Noroeste de la Nueva España al frente de 3 barcos de los cuáles él viajaba en
la capitana la cual tenía el nombre de “San Salvador”.
Como
producto de este intrépido e inusitado viaje, cabrillo logró costear la
península de Baja California en sus costas del golfo de California y de la Mar
del Sur (Océano pacífico) y llegar hasta donde ningún marino español de
aquellos tiempos había llegado, hasta los 36º 36´ de latitud Norte, en donde
encuentra una hermosa bahía a la cual impone el nombre de Bahía de Los Pinos,
siendo rebautizada años después por Vizcaíno como Bahía de Monterrey cuyo
nombre aún conserva. Lamentablemente durante la exploración de estas costas
sostuvo un enfrentamiento contra un grupo de nativos y producto de una caída se
fractura un brazo el cual debido a la falta de los cuidados adecuados se
gangrenó siendo la causa de su muerte. El 3 de enero de 1543 fue la fecha en
que este marino español expiró su último aliento.
Antes de
fallecer Rodríguez Cabrillo trasmite el mando de su mermada flota al navegante
Bartolomé Ferrer o Ferrelo para que continúe explorando lo más al norte posible
tratando de cumplir sus órdenes de encontrar el Estrecho de Anián. Después de
hacer un gran esfuerzo, el 1º. De marzo, Ferrer logra llegar hasta la latitud
40º 26´ y bautiza esta parte de la costa como Cabo Mendocino (en honor el
Virrey Antonio de Mendoza, patrocinador de la expedición). Con la mayor parte
de la tripulación enferma del mal de Loanda decide regresar a la Nueva España y
el 14 de abril de 1543 atracan en el Puerto de Navidad, conocido en la
actualidad como Barra de Navidad, Jalisco.
Si bien es
cierto que esta expedición fue un fracaso ya que no logró encontrar ni el
afamado estrecho de Anián como tampoco evidencia de la existencia de Cíbola,
estableció la presencia de una tierra basta y llena de riquezas hacia el Norte
de la Bahía y Puerto de la Santa Cruz, establecido 7 años atrás por el Marqués
del Valle.
Ahora bien,
afirmamos que Juan Rodríguez Cabrillo vuelve a navegar debido a que hace un
lustro se acaba de concretar un magno proyecto acariciado desde hace más de 30
años (las primeas ideas del proyecto datan de principios de los ochentas) con
la construcción de una réplica del barco “San Salvador”, el cual fuera, como ya
dijimos, la nave capitana sobre la que navegó Rodríguez Cabrillo en su
descubrimiento de las costas del Noroeste de la Nueva España.
El Museo
Marítimo de San Diego en el año de 2005 decidió retomar el proyecto de la
construcción de este barco debido a que el primer punto de lo que hoy es la
costa Oeste de Estados Unidos de América que se tocó por un europeo fue
precisamente en lo que hoy es el puerto de San Diego (el cual fue nombrado como
San Miguel por el explorador Cabrillo cuando llegó a este sitio el 28 de
septiembre de 1542). Es así como el comité de este Museo inicia con actividades
de investigación histórica para el diseño de la nave. En su contra tenían el
que no se cuenta con planos sobre la construcción de este barco por lo que
tuvieron que integrar un grupo multidisciplinario que investigó en pinturas de
barcos de la época así como en restos de barcos que se habían encontrado en
Canadá y que correspondían al tipo de nave que era el “San Salvador”. Después
de muchas peripecias por fin el diseño estaba concluido. Ahora la siguiente
dificultad se encontraba en reunir los 12 millones de dólares que costaría el
construir esta nave. De nuevo se mueve la maquinaria del Museo y se consiguen 6
millones de dólares donados por particulares y los otros 6 millones con
aportaciones de diversas instituciones entre ellas el Gobierno de la Ciudad y
Asociaciones Civiles. Cabe destacar que muchas empresas de construcción
hicieron importantes donaciones de materiales con los que construyó y detalló
el barco.
En el año de
2011 se inicia la construcción de este magno proyecto y para tal fin, tratando
de recrear el ambiente de un astillero del siglo XVI, se levanta una carpa en
la cual penden las banderas de los reinos de España y Portugal y bajo ellos se
empieza la construcción y ensamble de las partes del barco. Según estimaciones,
cerca de 1 millón de personas visitaron este sitio durante los 4 años que se
tardó en construir la nave. La madera que se empleó en su construcción fue “sapele”
traído desde la República Centroafricana, la quilla del barco se hizo de plomo
sólido y se recubrió de madera a efecto de que sirviera de contrapeso para
ofrecer estabilidad en la marcha. En la construcción del barco trabajaron 500
personas de las cuales 2 terceras partes eran voluntarios. Es importante
mencionar que sólo la parte superior y exterior del barco tiene un diseño que
replica al barco original, en el interior cuenta con un potente motor de
combustión interna así como diversos aditamentos modernos que garantizan un
viaje seguro y cómodo, sin depender, como lo hacía el “San salvador” exclusivamente
del impulso del viento en sus velas. Las dimensiones totales del barco son de
28 metros de eslora, 7.3 metros de manga y 3.3 metros de calado con un peso
total de 150 toneladas. Por lo general requiere una tripulación de 18 personas
las cuales son suficientes para garantizar un viaje seguro.
La ceremonia
en que se botó el barco se llevó a cabo el 30 de julio de 2015 en el puerto de
San Diego, California. Hasta el día de hoy el barco ha visitado 30 puertos
entre los que se puede mencionar Santa Bárbara, Los Ángeles, San Francisco,
Santa Cruz, Sacramento, Ensenada (el 17 de septiembre de 2018) y otros. Ha
recorrido cerca de 3,500 millas y más de 400,000 visitantes han tenido la
oportunidad de subir a él para conocerlo. Actualmente la mayor parte del tiempo
el barco se encuentra atracado en la Bahía de San Diego y es considerado como
la atracción principal del Museo Marítimo de la Ciudad. Los visitantes pueden
subir a él y recibir una interesante charla sobre la historia del barco, del
explorador Juan Rodríguez Cabrillo así como tener la oportunidad de explorar la
cocina, el salón comedor y diversos espacios que se utilizaban en los barcos
del siglo XVI.
No hay que
olvidar que en la ruta que siguió Rodríguez Cabrillo antes de llegar a las
costas de lo que hoy es California, EUA, estuvo en muchos sitios de nuestro
estado, Baja California Sur, entre ellos San José del Cabo, Bahía Magdalena (a
la que nombra como tal) e isla de Cedros. Una propuesta muy interesante sería
que pueblo y gobierno nos uniéramos para establecer un museo donde se diera a
conocer la vida y obra de estos navegantes que ofrendaron su vida misma en su
deseo de cumplir con el descubrimiento de estas hermosas tierras.
Bibliografía:
CLAVIJERO,
Francisco Javier (2007) Historia de la Antigua o Baja California, estudios
preliminares de Miguel León-Portilla, México, ed. Porrúa ISBN 970-07-7044-3
Relación del
descubrimiento que hizo Juan Rodríguez, navegando por la contracosta del Mar
del Sur al Norte, hecha por Juan Páez (julio de 1542)
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