Autor: Sealtiel Enciso Pérez
En todos los territorios de la Corona Española, y la California no fue la excepción, se destinaba un camino o sendero, patrocinado por el Estado para su construcción, el cual era de dimensiones mayores que el resto de las vías terrestres de comunicación, era más ancho, y tenía el propósito de unir los pueblos o ciudades más importantes de esa región o incluso de la Colonia. En el caso de nuestra California, el Camino Real empezó a construirse partiendo de Loreto, primera capital de las Californias y se extendió en un principio por las Misiones del Norte del territorio hasta posteriormente llegar a las regiones australes de esta tierra.
En este escrito me referiré a un monumento que fue erigido en el año de 2005 a la entrada de un populoso fraccionamiento al sur de La Paz y que lleva precisamente el nombre de “Camino Real”. La mencionada obra es producto de la inspiración del artista plástico Eduardo Rojas Monedero. Los materiales que empleó para su construcción fueron arena, cemento, piedras de arroyo, hierro y madera. Este monumento se encuentra empotrado en una glorieta al ingreso de la Colonia El Camino Real. A sus lados pasan las vías de acceso y salida al fraccionamiento, por lo que es admirado constantemente por sus habitantes, visitantes y personas que transitan hacia fuera o ingresan a la ciudad de La Paz.
La glorieta sobre la que se encuentra este monumento mide aprox. Unos 8 metros de diámetro y con una altura de 1.5 mts. A su alrededor se encuentra sembrado un pequeño jardín con una planta xerófita propia de nuestra tierra sudcaliforniana: el agave. Al ver el monumento en su cara que da hacia el ingreso al fraccionamiento se lee una frase con grandes letras en metal: “El Camino real”, y en su parte posterior hay una placa de dimensiones mucho más pequeñas que la anterior y que se encuentra fijado a la base del monumento la cual dice: “El Camino Real. Camino de piedra y tierra gastados por las huellas del hombre que entrelazaban pueblos y sueños. Diseño Eduardo Rojas M. Abril 30 de 2005”.
Sobre la base de cemento del monumento se encuentran una gran cantidad de piedras de granito traídas desde el arroyo “Buenos Aires”. Estas piedras están encimadas unas sobre otras. Y para culminar este monumento se diseñaron dos siluetas con flejes o tiras de hierro, queriendo simular la silueta de dos caminantes de este Camino real, los cuales están descansando a la vera del camino. Estos flejes no fueron recubiertos con esmalte o alguna protección especial para protegerlos de la oxidación, debido a lo cual ya se están deteriorando y manchando de óxido las piedras sobre las que se sostienen.
Al frente y a un costado de estas dos siluetas de “Caminantes en reposo” se colocaron 2 grandes ruedas de “carreta”, como una clara alusión a este tipo de medios de transporte y comunicación que fueron muy socorridos desde que inició la colonización de las Californias e incluso en la actualidad aún en algunos ranchos de nuestra vasta tierra se siguen utilizando. Para finalizar la descripción de este hermoso monumento, en su parte posterior, en la que se puede apreciar al salir del Fraccionamiento se encuentra una hermosa puerta de hierro. Interpretando lo que el autor de la obra nos trata de dar a entender, esta puerta simboliza la entrada y salida de los viajantes hacia los diferentes puntos de esta antigua tierra, llevando y trayendo sus mercancías, pero también las riquezas de esta tierra convertidas en barras de plata y oro, en mezcal y tequila.
Hermoso es contemplar este monumento el cual nos trae a la memoria el esfuerzo realizado por tantos hombres y mujeres que con su tránsito por estas veredas, por este Camino Real, hicieron posible que nuestra California tuviera el desarrollo del cual hoy goza.
Bibliografía:
La Paz, ciudad y puerto mexicano. Origen, proceso histórico y símbolo emblemático – Profr. Gilberto Ibarra Rivera.
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