9 DE NOVIEMBRE DE 1964, INAUGURACIÓN DEL SERVICIO DE TRANSBORDADORES EN B.C.S.





Autor:  Sealtiel Enciso Pérez

Podemos decir que la Sudcalifornia contemporánea se divide en dos grandes periodos: antes y después de los Transbordadores Marítimos.

En las primeras 5 décadas del pasado siglo XX los servicios de transportación de pasajeros desde los diferentes puntos de la contracosta como eran: Guaymas, San Blas, Puerto Vallarta, Topolobampo, Acapulco, Puerto Peñasco, Mazatlán, etc. Se llevaban a cabo por pequeñas embarcaciones en donde combinaban el servicio de transporte de mercancías como el de pasajeros. Algunos de los nombres de estos barcos fueron: “El Arturo”, “El Raúl”, los “Korrigan”, el "San Jorge", el "Araguán", "Santa Teresa", entre otros. También algunas compañías extranjeras ofrecían el servicio de transporte para pasajeros desde Estados Unidos y países de centro y sud América. El mencionado servicio lo ofrecían subsidiados por el Gobierno mexicano de tal forma que se suscribían contratos en los cuales las empresas se comprometían a realizar viaje de manera regular hacia nuestros estado desde diferentes puntos del extranjero y a cambio se les entregaba una suma económica que ayudara a costear los gastos que esto generaba. No olvidemos también los servicios prestado por los barcos “Salvatierra” y “Santa Cruz” propiedad de la Naviera Ruffo y los cuales tenían su punto de salida en la famosa “Terminal San Antonio” por el rumbo de la colonia El Manglito.

Fue hasta la década de 1960 en que llegó al frente de la administración estatal el General de División Bonifasio Salinas Leal, que se iniciaron las gestiones con el Gobierno Federal, en ese entonces encabezado por el Lic. Adolfo López Mateos, para ofrecer el servicio de transporte estatal de Transbordadores Marítimos. Es importante mencionar que el Gral. Salinas Leal tenía una amplia y gran experiencia en cuestiones de gestión y manejo de recursos ya que había sido Gobernador de su estado natal, Nuevo León, en donde realizó  grandes acciones en el terreno agrícola, ganadero, educativo y legislativo. Lo anterior le ayudó mucho a convencer a Lic. López Mateos de la necesaria creación de un servicio de Transbordadores que ayudara a agilizar no sólo el traslado de las grandes cosechas que se estaban dando en el Valle de Santo Domingo, sino para trasladar a los miles de personas que se utilizarían como mano de obra en los campos de algodón, trigo, naranja, sorgo y demás. El Gran día esperado llegó y fue el 9 de noviembre de 1964 la fecha señalada para dar el banderazo de salida al primer barco-transbordador que fue especialmente mandado construir a Japón para que cubriera la ruta de La Paz a Mazatlán. El mencionado “ferry”, como también se les llegó a llamar a estos colosos de los mares, llevó por nombre el del puerto y capital de Sudcalifornia: “La Paz”, y su punto de partida fue el Muelle fiscal ya que hasta ese día no existía la terminal de Pichilingue, la cual fue construida a posteriori.

Paulatinamente se fueron incorporando más y más transbordadores para cubrir el afluente cada vez más abundante de usuarios: En 1970 entró en operación el “Gustavo Díaz Ordaz”; en 1972 el “Benito Juárez”; en 1973 el “Guaycura”, el “Coromuel” y el “Mazatlán”; en 1974 el “Puerto Vallarta” y posteriormente el “Azteca” y el “Loreto”. Los puertos de los cuales partían y llegaban estos barcos se ampliaron y fueron: Cabo San Lucas, La Paz, Loreto y Santa Rosalía. Cerca del puerto de La Paz, en un lugar de nombre Pichilingue, se construyó e inauguró a finales de 1964 la terminal más grande de arribo y salida de usuarios del Transbordador. En sus inicios el sistema de Transbordadores quedó bajo la rectoría de la federación a través de la SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transportes) y posteriormente, en el año de 1989, se concesionaron a Servicios Marítimos y Turísticos (SEMATUR).

Aunado al flujo de productos de la agricultura que se practicaba en el estado, muchos de los clientes que utilizaban el servicio de los transbordadores, lo hacían para aprovechar los miles de productos extranjeros que se vendían en la ciudad de La Paz aprovechando la llamada “zona libre” (de impuestos o aranceles) que decretó el Gobierno Federal. Con esta gran medida, la economía de la ciudad creció de manera acelerada, surgieron nuevos hoteles para darse abasto en ofrecer alimentos y hospedaje a los miles de personas, que viajaban desde todas partes del territorio nacional para comprar las mercancías extranjeras a un precio bastante bajo y; al llevarlos a revender a sus lugares de origen ganaban dinero que les permitía su subsistencia y seguir viniendo a resurtirse de más mercancías. Los campos agrícolas del estado florecieron en vida al contar con miles de personas que venían ayudar en la pesada carga de sembrar, mantener y cosechar los innumerables campos tanto del Valle de Santo Domingo como de San Juan de Los Planes. Sin duda alguna el servicio de Transbordadores o “Ferrys” vino a apuntalar la prosperidad de nuestro estado durante la década de los 70s y principios de los 80´s.


Lamentablemente todo lo que termina tiene que terminar. En el año de 1982, cuando llega a la gubernatura el Lic. Alberto A. Alvarado Arámburo le toca lidiar con la gran crisis que se vivió en México y que culminó con la cancelación del decreto de “zona libre” para Baja California Sur. Se acababa el incentivo que motivaba a miles y miles de personas a viajar y traer a invertir su dinero en Sudcalifornia. El tiempo del auge de los Transbordadores estaba acabando.

En el año de 1996, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, autorizó a la compañía “Regiomar” para que también incorporara barcos y realizara traslado de mercancías y personas en las rutas que antiguamente acaparaba SEMATUR.

Durante los 80´s y 90´s surgieron aerolíneas con tarifas accesibles para que los usuarios pudieran viajar a diferentes partes de México y del Mundo de forma rápida, e incluso el valor del boleto de viajar en el avión era igual al de viajar en los incómodos camarotes de un Transbordador, con la ventaja de que en 30 minutos, viajando en avión, se llegaba a Mazatlán, en cambio al viajar en Transbordador se tardaba 8 horas, cuando menos y si no se descomponían los motores o no había mal tiempo, mas las maniobras de embarque y desembarque.

Fue en el año de 2003, en que SEMATUR “donó” los vetustos barcos, otrora orgullo y honra de la marina mexicana al gobierno de Sudcalifornia, que en ese entonces administraba el Lic. Leonel Cota Montaño. Sólo dos Transbordadores estaban en condiciones de navegar (Coromuel y Puerto Vallarta) y las otras cuatro naves (Guaycura, Benito Juárez, Loreto y Azteca) se encontraban fondeadas en el puerto de Guaymas, Sonora, por descomposturas derivadas del incumplimiento en la bitácora de mantenimiento. Reparar esas embarcaciones, que en promedio tenían 30 años en servicio, requeriría una inversión de por lo menos 3 millones de dólares cada una, lo que representa 600 veces el valor comercial calculado en 500 mil dólares por barco. De inmediato se licitó la venta de los seis barcos, con lo cual espera obtener 4 millones de dólares, que serían destinados a su vez a la terminación del libramiento urbano del puerto de Pichilingue.

En el Mar Bermejo actualmente sólo opera la empresa Baja Ferries. El servicio de transbordadores ha mostrado una tendencia creciente en los recientes años, sin embargo jamás volverá el auge como el que se tuvo en la época dorada de los colosos del mar, los antiguos TRANSBORDADORES.


Bibliografía consultada:


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